Hace unos años me fascino “la abuela” que estaba recorriendo
en caravana lo largo y ancho de nuestro
planeta. Esta veterana aventurera estaba deseosa de descubrir mundo a pesar de
sus escasos medios, y decidió que con su
pensión y ahorros bien podía dar rienda suelta a sus sueños. NI corta ni perezosa compro una caravana de
segunda mano , se lio la manta a la cabeza y empezó a descubrir la mejor parte de su vida.
Descubrir, conocer nuevos horizontes, tierras, gentes es
mi sueño, del que me retienen familia y
responsabilidades, pero aunque no puedo negar que he viajado, y en muchas
ocasiones con buenos medios y servicios, cada día me tira más la vena
aventurera.
Comprar una caravana e irse a recorrer mundo necesita primero tener un dinero para comprarla y luego mucho tiempo y suficientes ahorros para poder permitírtelo sin trabajar. Pero no solo podemos recorrer mundo más facilmente en caravana, aparte de los usuales medios como el avión, el tren, o el autobus, sino porque no aventurarse con algo tan sencillo como una "biclicleta"
Comprar una caravana e irse a recorrer mundo necesita primero tener un dinero para comprarla y luego mucho tiempo y suficientes ahorros para poder permitírtelo sin trabajar. Pero no solo podemos recorrer mundo más facilmente en caravana, aparte de los usuales medios como el avión, el tren, o el autobus, sino porque no aventurarse con algo tan sencillo como una "biclicleta"
En mi infancia en el
Aaiun y en mis veranos en el pueblo
burgales de mi familia no podía faltar la bici.
En mis andanzas por Alemania 20 años después retome mi preciado
vehículo, y me cargaba a mi pequeña Konsu por doquier en la parte trasera. Madrid no es sitio para bicis, por lo que a
mi vuelta la deje de nuevo aparcada,
pero desde mi ruta en bici por Santiago este verano, mi bici y yo hemos
retomado nuestra relación.
Por ello he decidido abrir este espacio para nosotros y
nosotras con ganas de dar mucha marcha,
sobre todo a los pedales.
Rutas sencillas y
alguna quizás no tanto, principiantes y menos principiantes, muy deseosos de “ciclear” el camino, saboreando el
paisaje sin ruidos ni motores, en contacto nuestros pies con la tierra, paradas, una sonrisa amable, rondar por pueblos y caminos, saludar y
conocer sus gentes, disfrutar mucho mejor nuestras sendas y parajes, paladeando
los sabores de la tierra, inhalando el agradable olor a pino, jara, lavanda, …
y el desagradable tufo a estiércol y
animales de granja (le da también su toque), y con uno o varios verdaderos amigos de
rodadas, es una aventura autentica y el viaje perfecto sin necesidad de muchos
recursos.
Ven conmigo a descubrir los caminos que he descubierto, a
nuevos parajes que puedan surgir, y cuéntame de tus rutas y tus rodadas para
que también nosotros podamos “disfrutar cicleando”.
Pronto os contaré de mi ultima ruta a la "Via verde del Jara" - ¡Fantástica!
0 comentarios :
Publicar un comentario