Según el nuevo libro "La Gran Desmemoria" de Pilar Urbano, que saldrá este jueves, nos contará la verdad nunca contada del 23-F y como el golpe de Armada contra Suárez se preparó en La Zarzuela y el Elefante Blanco habría sido el Rey.
El Mundo del Domingo de ayer día 30 de marzo en su portada nos dice:
El Rey nos salvo "in extremis" de un golpe que había puesto en marcha, no queriendo que fuera un golpe, queriendo que fuera una solución, pero Adolfo decía: ¡Esto es un golpe!
Si quieres saber más cliquea en esta enlace del El Mundo
http://www.elmundo.es/opinion.html
Treinta y tres años han
pasado del fallido golpe de Estado, y el secretismo todavía envuelve a esta
intentona involucionista. Lo sucedido y acaecido ese día fue versionado
y difundido según creyeron conveniente los que llevaban los hilos, temerosos de la alarma desencadenada, que podía llegar a
convertirse en algo todavía peor: “La revolución del pueblo”. Nos manejaron como marionetas, ya que a la indignación
del pueblo es difícil ponerle
cortapisas, ni mandos, ni honores, ni generales al mando. Los pocos que lo sabían se han ido poco a
poco muriendo, y otros quedaron en olvido de una dolencia que se llama vejez. Unos prefirieron callar por un código llamado
honor en su silencio de fidelidad a la
patria y el cumplimiento de sus juramentos; a otros les ordenaron enmudecer por el bien del pueblo y de su jerarquía.
La demencia de un viejo
General rompió su código de honor, aquel que acalló palabras no dichas e incontestadas a su esposa
e hijos durante tantos años, volviendo en un recuerdo borroso casi 33 años
después.
Mi habitual visita a la
residencia un día 2 de diciembre hace casi tres meses fue reveladora e
inquientante. La noticia de la muerte
del general Armada había llegado a sus oídos
en su mundo de “Radio María” ya carente de otro sentido en la vida que esperar
a morir. Su cabeza vagaba por ese día 23
de hace 33 años. Estaba en el Hotel Palace con otros altos mandos militares
esperando órdenes. ¡Nunca quise que pasase, ni estaba de acuerdo, solo era un
militar esperando ordenes! ¿Qué ordenes
papá?: ¡A ver qué pasaba; que va a ser sino! ¿Sabes que Tejero vino a verme a la
residencia? - su mirada vagaba nublada y
orgullosa. ¡Fuimos compañeros de
promoción, estudiamos juntos en Zaragoza! – deambulaba en su recuerdo. Pero la gente no sabe, la gente no sabe que fue
Quintana
Lacaci el que detuvo todo y no él. Fue
el General el que ordenó pararlo y obedecimos, pero el llego tarde. Solo después, solo cuando estuvo seguro, salió, habló. Armada era un monárquico
y también Miláns
del Bosch, y el espero, espero. ¿Pero
de quien hablas papá? ¡Une cabos hija, une cabos!
Su mirada se enturbio y volvieron a rondarle sus obsesiones. ¿Entonces vienes el jueves? ¿Entonces el
jueves? Si papá. El jueves entonces. Si papá. El jueves, el jueves. - repetía.
Hoy a punto de cumplirse
los 33 años quiero pensar que eran las demencias de un viejo General las que
hablaban, pero la misma respuesta no se me quita de la cabeza persiguiéndome inquieta: ¡Une cabos hija, une cabos!
http://www.formulatv.com/noticias/35875/jordi-evole-monografico-23-f-operacion-palace-mentira-explicar-verdad/
viva40mas
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